lunes, 9 de junio de 2008

El ABC de la calma



Música relajante:
Fuente: De DiproRed

Cómo alcanzar la técnica de la relajación para combatir el estrés y otros trastornos emocionales

Sirve para tener mente y cuerpo sanos. Pero pese a ser tan popular, muchas
personas no saben en qué consiste, ni como alcanzarla.

Según los expertos, la relajación es el antídoto contra dos de nuestros
mayores enemigos: la ansiedad y el estrés, que nos hacen perder el control
de la situación, ocultan el verdadero objetivo de nuestra conducta, nos
impiden acercarnos a lo que deseamos conseguir y desgastan nuestro organismo.

Para sus seguidores, es la gran llave del bienestar y el complemento ideal
para aprovechar al máximo cualquiera de las técnicas de medicina natural y
es una forma de vida, de armonizar el cuerpo, la mente y las emociones.

Investigaciones recientes indican que la relajación reduce la frecuencia
cardiaca y respiratoria y la tensión muscular y arterial, lo cual influye en
el modo de percibir e interpretar la realidad.

Según el doctor Bernabé Tierno, psicólogo y sicopedagogo español, ayuda a
reducir la ansiedad y el pánico, disminuye la tensión crónica o el dolor,
facilita el sueño y mejora la vida sexual.

También contribuye a aliviar afecciones como el asma, la hinchazón, la
fatiga, la migraña, los males coronarios y las úlceras, así como a superar
la tensión que nos causan ciertas actividades o relaciones. Pero, ojo, puede
ser nociva para quienes sufren epilepsia o diabetes, han vivido una
experiencia traumática o se hallan bajo tratamiento farmacológico.


El ABC de la calma

El primer paso es el control de la respiración.
Para ello se debe tomar el aire por la nariz y soltarlo despacio por la boca.
Si nota que el pecho se levanta al tomar el aire, está respirando mal:
conviene aplicar la respiración abdominal –desplazar el aire hacia el vientre–,
que permite relajarse con más facilidad.

Otro punto clave son los ejercicios de tensión-relajación, que consisten en
repasar mentalmente uno por uno los músculos del cuerpo,
tensándolos y después destensándolos.

El tercer paso es la visualización. Según Tierno, hay que "buscar y paladear
mentalmente palabras, imágenes o recuerdos agradables que se asocien
fácilmente con la calma, como las olas del mar, el sonido de las aves,
la brisa o un bosque", durante 5 o 10 minutos.

Para comenzar basta con 10 - 15 minutos por sesión; cuando se acostumbre a
los ejercicios puede ir aumentando el tiempo según sus necesidades.

Para una eficacia absoluta, se recomienda relajar de 15 a 30 minutos
diarios, a la misma hora, por ejemplo antes de dormir o después de comer.
Para ver resultados verdaderos, y duraderos, se debe convertir en un hábito.


Tres técnicas eficaces

Existen otros métodos o ejercicios calmantes
que pueden alternarse para conseguir una relajación eficaz.

*Uno es el enfoque progresivo:
que consiste en tenderse boca arriba, con los brazos al costado o sobre el pecho,
o sentarse en una silla cómoda.
Hay que cerrar los ojos y respirar hondo varias veces.
Relajar los pies, concentrando la mente en ellos, sintiéndolos.

Hay que hacer lo mismo con cada parte del cuerpo:
tobillos, piernas, muslos, nalgas, vientre, espalda, hombros, manos,
brazos, quijada, mejillas, ojos,frente y cuero cabelludo.
Cuando se consigue relajarlos, hay que permanecer cinco minutos así.

*Otra técnica es el aflojamiento completo:
Hay que encerrarse en un lugar tranquilo y abandonarse física y mentalmente
sobre un sillón, yaciendo cómodamente, boca arriba con las piernas en alto.

La persona debe sentir que allí se desprende y quedan depositados sus
problemas, tensiones y preocupaciones, notando el aflojamiento total,
sintiendo el calorcillo del cuerpo que le invade
como en una piscina de agua cálida, imaginando que flota y es de espuma.

*Las autoafirmaciones positivas son otra vía eficaz para relajarse.
Hay que sentarse o tumbarse con el cuerpo totalmente apoyado, cerrar los ojos y
sin forzar la respiración, escuchar las afirmaciones previamente grabadas en una
cinta y repetirlas mentalmente cinco veces después de haberlas escuchado.

Por ejemplo, "Estoy en paz, tranquilo, a gusto conmigo y relajado", "mi
respiración es tranquila y regular", "mi mente está fresca y estoy
tranquilo", "estoy despejado, fresco y relajado del todo".

Dr. Bernabé Tierno
Psicólogo y pedadogo- español


Lic. Graciela E. Prepelitchi
gprepe@...

Graciela E. Prepelitchi
La felicidad es un bien que se multiplica al ser dividido.
11 15 6674 8312



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