lunes, 9 de junio de 2008
Frenazo brusco en la construcción
LA caída del sector de la construcción en España será larga y se fundamenta en el desplome de la construcción de vivienda nueva que descenderá este año alrededor de un 18%, otro 16% en el 2009 y también tendrá un crecimiento negativo en el 2010 (entre el 2% y el 5%). Esta previsión del Institut de Tecnologia de la Construcció de Catalunya (ITeC) viene confirmada por la última estadística del Ministerio de la Vivienda, que también se hizo pública ayer, en la cual se informa que el número de viviendas iniciadas en España en el primer trimestre del presente año ha caído un 36% con respecto al mismo periodo del año anterior. Este severo reajuste, que se produce en toda Europa, tiene una especial relevancia en España por dos razones. La primera es el espectacular crecimiento de la construcción residencial que ha experimentado España en los últimos años tiene el corolario, que dicta el sentido común, de que todo lo que crece exponencialmente disminuye a la misma velocidad si no se actúa con prudencia. Y la segunda es que, efectivamente, en España el fenómeno tiene la forma de un brusco frenazo, sin transición ni aterrizaje suave como algunos esperaban, con todo los agravantes que ello conlleva. Por ejemplo, una de las consecuencias es que el desplome residencial ha afectado al conjunto del sector de la construcción, cuya actividad caerá el 5,9% y el 3,7% los años 2008 y 2009, respectivamente. Una situación que tiene relación con la crisis financiera internacional, por la disminución de créditos a las empresas y a los posibles compradores, y al hecho de que la construcción civil y la obra pública se han visto muy afectadas por las ralentizaciones provocadas por la celebración de las elecciones municipales y legislativas. Precisamente, el ministerio informa de que la construcción de vivienda protegida iniciada en el primer trimestre del año ha caído hasta un 58% con respecto al mismo periodo del año anterior, una cifra muy preocupante por lo significativa. Un descenso que el ministerio atribuye a la restricción del crédito. Pero también a que el sector depende demasiado de las circunstancias electorales. Por lo tanto, es ahí donde el Gobierno y las comunidades autónomas deberán actuar si quieren ayudar a un sector con dificultades. El hecho es que, según el ITeC, hoy el stock de vivienda construida se sitúa entre las 750.000 y el millón, y hasta que no se haya vendido no se reactivará el sector. Pero como las circunstancias crediticias son las que son, el superávit de oferta seguirá, porque quien tiene posibilidad de comprar prefiere esperar a que el precio de la vivienda baje. Y aunque los precios han empezado a descender, la venta todavía no se ha reactivado, lo que significa que la expectativa es de que los precios bajen todavía más. En resumen, el sector de la construcción vive una crisis que durará al menos tres años, que tiene su base en la caída de vivienda nueva y que el sector público no ha sido capaz, por el momento, de paliar.
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